Open the Box — Italia

Open the Box se puso en marcha en 2020 en medio de la pandemia de COVID-19 con el objetivo de crear un proyecto de alfabetización mediática escalable y eficaz, dirigido a profesores y educadores para mejorar las competencias digitales de los estudiantes de entre 11 y 18 años, con algunas pruebas beta también en Europa. Gracias a una subvención de tres años de una fundación privada, han diseñado un programa de alfabetización mediática en cascada, dirigido a más de 4.000 profesores y educadores que, a su vez, llegan a más de 25.000 estudiantes en escuelas y actividades extraescolares.

Los pilares del programa

Educación y desarrollo de capacidades

Los profesores pueden elegir entre 11 itinerarios de aprendizaje sobre temas como la verificación de fuentes, cultura visual, pensamiento conspirativo, alfabetización de datos, inteligencia artificial y medios sintéticos. Para cada itinerario, se les pide a los maestros que inviertan solo 6 horas de su horario para seguir un curso en línea incluido (3 horas), completar un taller en vivo (2 horas) y recibir una sesión de tutoría en persona de 1 hora. Durante el proceso de aprendizaje, aprenden no solo cómo elegir una buena fuente o cómo usar ChatGPT para una tarea, sino también cómo diseñar y ejecutar un taller de alfabetización mediática en su propia aula. Hasta el momento, han capacitado a alrededor de 2000 docentes y capacitadores, quienes miden sus habilidades antes y después de la capacitación. Los resultados son muy positivos y los docentes mejoran sus habilidades digitales de manera consistente.

Set didáctico

Open the Box ha diseñado un kit educativo con el objetivo final de que los profesores sean capaces de dirigir un taller de forma autónoma, a la vez que consiguen que sus alumnos se impliquen más. Para ello han validado una metodología basada en una secuencia de actividades fijas:

• Participación de los estudiantes (minijuego en vivo)
• Análisis (presentación)
• Colaboración (actividad de grupo)
• Evaluación (cuestionario autoguiado)

Los recursos interactivos son muy flexibles y transversales: pueden ser utilizados para cualquier materia y cualquier nivel por alumnos de entre 11 y 18 años, tanto presencial como online . Hasta el momento, se han realizado más de 500 talleres en escuelas italianas, llegando a más de 20.000 estudiantes.

Retos

Después de realizar un taller, se anima tanto a los profesores como a los estudiantes a participar en retos en línea relacionados con la verificación de hechos, la visualización de datos y la generación de memorias . Hasta ahora, maestros y estudiantes han descubierto casos de citas falsas de Pablo Neruda o historias inventadas sobre animales raros, así como también han participado en tareas intensivas de generación de memoria o fisicalización de datos (la fisicalización de datos es una nueva que ayuda a las personas a explorar, comprender y comunicar datos usando representaciones de datos físicos asistidos por computadora).

A través de estos desafíos, los estudiantes y profesores comprenden que son parte de un ecosistema más grande.

¿Por qué es una buena práctica?

Antes de lanzar el programa, Open the Box ha trabajado mucho en el diseño del propio formato educativo. No querían copiar uno de los muchos proyectos que ofrecían talleres puntuales en las escuelas o «inundar» a los profesores con guías y planes didácticos. En lugar de reinventar la rueda, sus objetivos se centraron en lograr un impacto duradero dentro del ecosistema educativo y construir alianzas con socios que puedan actuar como multiplicadores, difundiendo aún más los esfuerzos de la iniciativa.

El enfoque detrás de «Open the box» se basa en la sostenibilidad: después de la fase piloto de 3 años en el nivel secundario, la iniciativa tiene previsto: expandirse para llegar también a maestros y educadores en escuelas primarias, colaborar con ONG que trabajan en áreas desfavorecidas y con bibliotecas públicas, centros culturales y fundaciones, asegurando la accesibilidad a colectivos marginados, personas vulnerables, personas con necesidades especiales y otros, y poner a prueba el proyecto en otros idiomas y países europeos.

El proyecto ya se está desarrollando en varios idiomas y en varios países: España, Portugal, Francia, Bélgica y Grecia a través del proyecto FreeYou, financiado con fondos europeos , que pretende concienciar a los jóvenes sobre los tipos y fuentes de información que consumen.