Formación y ciudadanía en tiempos de transformación digital: un reto compartido
La digitalización ya no es un horizonte futuro, sino una realidad que atraviesa la vida cotidiana: cómo estudiamos, trabajamos, nos relacionamos o educamos a las nuevas generaciones. Esa certeza guió el debate en el ciclo “El impacto de la digitalización en la sociedad”, celebrado dentro de las Tardes de Santander en el marco del 39º Encuentro de la Economía Digital y las Telecomunicaciones de AMETIC, en colaboración con Banco Santander y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
Con expertos de la educación, la industria tecnológica y el tercer sector, las sesiones sirvieron para lanzar un mensaje claro: no se puede permitir que nadie quede atrás en esta revolución digital.
Aulas digitales y empleabilidad: la visión del Ministerio de Educación
La inauguración corrió a cargo de Esther Monterrubio, secretaria general de Formación Profesional del Ministerio de Educación. Su intervención fue contundente: “Debemos asegurar que todos los jóvenes de España tienen un nivel básico de digitalización para avanzar en su desarrollo profesional y personal”
En esa línea, repasó algunas de las medidas que ya se están desplegando:
- 1.200 aulas tecnológicas avanzadas para incorporar la digitalización en los entornos docentes.
- 66 centros de excelencia especializados, con sedes en sectores clave como el agroalimentario o la automoción.
- 120.000 profesionales formados en competencias digitales, imprescindibles para mantener la empleabilidad.
El objetivo, subrayó, no es solo dotar de herramientas, sino mejorar la inserción laboral de los jóvenes y reforzar la competitividad del país. Porque, en palabras de Monterrubio, la digitalización es “un impacto positivo para el conjunto de la sociedad”.
Tecnología y educación: un pacto pendiente
El primer debate de la tarde puso el foco en el binomio tecnología y talento. Moderada por Mariola García Arellano, presidenta de la Comisión de Talento Digital de AMETIC, la mesa reunió a Óscar Martín Centeno (Consejo de Directores de Madrid), Mar Camacho (Universitat Rovira i Virgili), Diego Granja (Samsung) y Sara Gómez (Real Academia de Ingeniería).
El consenso fue claro: la digitalización debe ser integral, personalizada y guiada por la pedagogía. Se defendió la necesidad de un Pacto de Estado por la transformación de la educación y el talento, que garantice una enseñanza inclusiva y moderna.
Entre las claves destacadas:
- De consumidores a creadores. Martín Centeno insistió en que la IA y otras herramientas deben servir para que los estudiantes produzcan y no solo consuman contenidos.
- Docentes con nuevas competencias. Camacho subrayó la urgencia de dotar al profesorado de habilidades digitales y de alfabetización en datos, sin perder su rol crítico como mentores.
- Tecnología con propósito. Granja alertó de que la digitalización no puede reducirse a “trasladar un PDF a una pantalla”: debe aportar valor añadido.
- Ingeniería y brechas. Gómez recordó que la digitalización también pasa por atraer más talento femenino y diverso a las carreras tecnológicas.
La conclusión: la educación digital no se mide en dispositivos, sino en la capacidad de generar ciudadanos críticos, competentes y adaptados a un entorno cambiante.
Menores y ciberseguridad: cambiar el relato
Uno de los debates más intensos giró en torno a la protección de los menores en entornos digitales. Moderado por el periodista Antonio Lorenzo (El Economista), contó con representantes de Google (Marta Becerra), Xiaomi (Natalia Ares), INCIBE (Cristina Gutiérrez) y UNICEF (Nacho Guadix).
Las cifras hablan por sí solas: uno de cada tres menores hace un uso problemático de Internet, y uno de cada cinco ha vivido experiencias negativas en línea. Pero más allá de los datos, los ponentes coincidieron en la necesidad de un cambio de narrativa: no se trata de prohibir, sino de acompañar.
Entre las propuestas:
- Dar a las familias herramientas claras para dosificar la tecnología en el hogar.
- Diseñar experiencias digitales adecuadas a la edad y a las necesidades de cada usuario.
- Defender los derechos digitales de la infancia en todos los entornos.
Como señaló Guadix (UNICEF), el reto no es aislar a los niños de la tecnología, sino garantizar que su uso se convierta en una oportunidad educativa y de socialización, sin poner en riesgo su bienestar.
Un enfoque humano de la digitalización
La jornada cerró con una idea compartida: la digitalización es una fuerza transformadora que atraviesa la sociedad entera, pero solo un enfoque responsable, inclusivo y centrado en las personas permitirá aprovechar su potencial.
Ese mensaje final conecta con la vocación de AMETIC de liderar un sector transversal, que concentra más del 30% de la inversión privada en I+D+i en España y actúa como motor de crecimiento y empleo. Con socios que van desde gigantes tecnológicos hasta pymes innovadoras, la patronal digital subraya que su misión es convertir la transformación digital en una oportunidad para toda la sociedad.
En palabras de los organizadores: “La digitalización no es un destino, sino un camino compartido. Y solo si lo recorremos juntos, nadie se quedará atrás”.
Reflexión final
El futuro digital de España se construye desde las aulas, pero también desde los hogares, las empresas y las instituciones.
El gran reto es que cada actor –administraciones, docentes, familias, sector privado– asuma su parte de responsabilidad. La revolución digital no espera, y el verdadero desafío no es tecnológico, sino humano.

Tecnología digital/especialización
http://data.europa.eu/uxp/437655
Nivel de competencias digitales
Basic
Intermediate
Advanced
Tipo de iniciativa
National initiative
Autor: Cristina Vicuña, Senior Policy Manager Digital Policy y Talento Digital, AMETIc